viernes, 19 de enero de 2007

CUIDADO CON LOS ANTIDEPRESIVOS

11/1/2007 11:46 h CONTRA LA DEPRESIÓN DE LOS ANIMALES

Veterinarios de EEUU recetan Prozac a perros y gatos para corregir su comportamiento


AGENCIAS LOS ÁNGELES

Los veterinarios de EEUU recetan tratamientos antidepresivos para curar las alteraciones del comportamiento, la ansiedad y la agresividad de los animales de compañía.
Si un gato araña todos los muebles u orina en cada esquina de la casa, es muy posible que esté deprimido. Para corregir estos comportamientos ,los veterinarios estadounidenses recomiendan que los felinos ingieran media pastilla de 10 miligramos de Prozac una vez al día.
Este tratamiento se emplea en gatos y perros, pero también es útil para caballos y otros animales que demuestren, a su manera, que necesitan ayuda.
Reducir la agresividad o estimular el apetito.
Richard Martin, propietario de la clínica veterinaria Brentwood, ha afirmado en la publicación Los Angeles Times que hace cinco años "se administraban antidepresivos a menos del 1%" de sus pacientes. "Hoy el 5% de los perros y gatos hospitalizados en la clínica toman fármacos para reequilibrar su comportamiento", ha agregado.
"Se trata de una solución a una patología grave, que si no se resuelve puede llevar a los propietarios a abandonar a los animales o a acabar con ellos", según ha dicho el veterinario.

Fármacos psicoactivos

En el 2001, la Universidad de California publicó una investigación que demostró que la fluoxetina, un componente del Prozac, reduce las ganas de orinar compulsivas de los gatos. Elyse Kent, directora sanitaria del Hospital para gatos de Los Ángeles asegura que hace 12 años que cura a los felinos con fármacos psicoactivos para que no "orinen de manera compulsiva o para que no sean agresivos con los propietarios".

Curtis Eng, jefe de la unidad de médicos del Zoo de Los Ángeles piensa que los antidepresivos a veces son necesarios para complementar las terapias tradicionales y pone como ejemplo el caso de Minyak, un macho orangután que, a causa de una insuficiencia respiratoria, no comía suficiente y los antidepresivos le estimularon el apetito. Gracias a la terapia se recuperó y tuvo un hijo en el 2005.

EL uso de cualquier medicación tiene que estar supervisada por un veterinario y aunque solo se dice una nota al final del articulo hay que recordar que es una ayuda y que por si sola no soluciona el problema de comportamiento del animal a no ser que lo que estemos buscando es tener a nuestra mascota enganchada al antidepresivo.

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